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Robertina Monsálve Hincapié

El día 8 de febrero de 2008, sufrí un accidente en un bus de expreso brasilia, con destino a Barranquilla, donde yo dictaria una conferencia de saurologia en el hotel genova, el dia 10 de febrero a las 9:a.m. A la altura de santa rosa de osos, el bus se chocó con una tractomula, quedando éste para chatarra, y todos sus ocupantes heridos, excepto un niño de más o menos 6 años de edad. El conductor y su ayudante quedaron aprisionados.

yo, Robertína Monsalve, que ocupaba el puesto 6, sufrí todo el golpe en la cabeza, al lado derecho, inconsciente o dormida, quedé más o menos 15 minutos. Sentí el primer golpe y mí cabeza se fué hacia atrás; no recuerdo mas.Cuando desperté, me di cuenta que sangraba muchisimo por la nariz y al tocarme, sentía ésta como una coca de huevo. Sin saber que había ocurrido, preguntaba bañada en sangre:

"Qué paso ...?" arreglándome mi nariz al tiempo, ya que soy masáfisica. Frente a mi, estaba el niño mirándome, asustado, pero no me contestaba nadada. Cuándo vieron que estaba viva, rompieron desde afuera el vidrio para sacarme. Cuando me bajaban por la ventanilla la gente comentaba: “se le cayeron los dientes". yo dije:"-Eso parece-" porque no los sentía, pero esto no ocurrio.

Alguien dijo angustiado: "por dios, por que no llega la ambulancia si hace diez minutos se pidió y el hospital queda aqui mismo...??". Ahí caí en cuenta de lo sucedido. Un señor me dijo: “señora, deme un numero de telefono, yo le llamo a su familia y en este toyota la voy a llevar al hospital de santa rosa’. Le respondí: "Mejor coloquele la tarjeta a mi celular porque cuando yo la iba a colocar me dormi." El señor lo hizo y al momento avisé a Barranquilla donde tenia el compromiso.

En el hospital de Santa Rosa, recibí los primeros auxilios, pero al ser tan graves mis lesiones y tener 73 años de edad, no me remitían a ningún lugar ya que no encontraban en donde hacerme un tac y temian que muriera en el trayecto a medellín. Expulsé sangre por la nariz, boca y oido derecho continuamente, el rostro se inflamó quedando como un globo y los ojos solo formaban dos pequeñas lineas, pero no sentía dolor. en el hospital de Santa Rosa me preguntaron quién me colocó un microporo en la oreja derecha. en el hospital de San Vicente en Medellín, támbién me hicieron la misma pregunta.

En fin, nunca supe quién fué, por que nadie llegó a auxiliarnos en el lugar del accidente. En la ambulancia rumbo a Medellín, vomité sangre en todo el trayecto, continuamente me comunicaba con mi Maestra de Saurología, Regina 11, quien no me abandonó ni un segundo. El maestro Aurk me llamaba y me hacía ritos. La Maestra Lerbé y mis compañeros Saurologos. Mi familia oraba, gracias a esa unión, Dios me dió otra oportunidad para seguir con mi misíon en la tierra. En el hospital San Vicente de Paúl en Medellín, donde gracias a Dios me remitieron y llegamos más o menos a las siete p.m. Inmediatamente me hicieron un tac.

Estoy bien, no quedé ciega ni paralizada, ya que el comentario del medico fué que tenía un sangradito en el cerebro y un trauma craneano, cara y nariz. Continúo siendo revisada en dicho hospital por el máxilofáciál, otorrinolaringologo y el neurocirujano, doy las gracias a mi Maestra Reginá 11, mis compañeros maestros, letás, avanzados y a Emely Montoya, Beatriz Giráldo y Fernando Castañeda, quienes estuvieron pendientes de mí personalmente, desde Santa Rosa, hasta las 4 de la madrugada en la policlinica con mi familia; que Dios les retribuya con salud, dinero y amor.

Robertiná Monsálve Hincapié
Maestra Romo.

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Maestro Kengiper

REGINA “1 1”, fue quien ayudó a comprender mi vida, mi origen, mi presencia aquí en la tierra, y es la que no ha permitido que mi vida sea una tragedia a pesar de mis errores cometidos. ¿Cómo no reconocer legitimidad en ella y autenticidad divina, después de tantos milagros palpables, realizados por ella en mi vida? Yo no podría describir en un epílogo, que se supone es el resumen de un libro, todos los testimonios, todas las enseñanzas recibid as de ella a través de sus cursos, a través de los sueños y los trances; pero, como mínimo me voy a referir a uno de los episodios que más huella ha dejado en mi vida.
Trascurría el mes de noviembre de 1980, faltaban unos días para yo contraer matrimonio con la que hoy es mi esposa; ya teníamos certificación médica, que mi esposa no podía concebir; le supliqué a la Maestra que nos ayudara en el problema y la respuesta, muy jocosa por cierto y de la cual nos reímos mucho, fue: “Mucho cuidado que a lo mejor es usted, con tantos años en el seminario, el que no puede engendrar hijos”. Sin embargo, le recomendó a mi novia que se hiciera unos lavad os con frutas de aguacate, además agregó: “... yo voy a hacerle a ella un trabajito para ver qué pasa, y después trabajan ustedes”.
A los tres días resultó mi novia con una rayita en el abdomen como si se hubiera “arañado” con la uña y se sentía un poco indispuesta. Le comenté a la Maestra lo que pasaba y su respuesta fue... “Dígale a Angelita que no se preocupe, que anoche, mientras ella dormía yo le hice una cirugía”. Desapareció el tumor que tenía en la matriz. Nos casamos el 4 de diciembre de 1980, tuvimos dos hijas, y dieciocho meses después apareció nuevamente el tumor, el cual fue extraído a través de una intervención quirúrgica en la clínica León XIII de Medellín.
A pesar de las distancias físicas que nos ha tenido separad os, sin embargo, algunas veces he quedado sorprendido, cuando me ha hecho referencias de conversaciones que yo he sostenido con algunas personas, sin que éstas se hubieran comunicado con ella ni yo me hubiera percatado de su presencia inmaterial o mencionado algo al respecto. Es un poder especial que tiene la Maestra. Aún más, a través de sus trances, ha visitado con alguna frecuencia mi hogar. Cierto día la llamé al país donde se encontraba y me preguntó “cómo sigue su hija?, la he visto muy enferma en estos días”. Y precisamente hacía una semana que había estado muy indispuesta. Esto es pura metafísica.
Carlos Enrique Gil Pérez
Maesto Kengiper

Román Forero Suárez

Testimonio recogido por Danny Liska en el libro: "Mis memorias."

Aquí reproducimos el importantísimo reportaje publicado en el Terrícola No. 67, y luego en el numero 7 del tabloide Regina 11.

Mientras el mundo científico se quema sus pestañas buscando la solución para el flagelo del Sida, Regina por mucho tiempo ha discretamente y sin publicidad curado éste mal, tanto como otras clases de enfermedades venéreas, con un simple tratamiento con el cual, se toma el zumo de los cogollos de la caña brava por 90 días seguidos.

El Sida no respeta ninguna clase social, y afecta tanto al gamín, como al cirujano o al candidato presidencial.
Uno que pertenece a este último grupo estaba a punto de morir, cuando Regina le mandó su fórmula para curar el Sida; y con esto su enfermedad se fue en receso, y actualmente está gozando de buena salud.
La fórmula de Regina para curar el Sida consiste nada más que en ingerir el zumo del cogollo de la Caña brava por noventa días seguidos, y después de un tiempo repetirlo una vez más.
El tratamiento de la caña brava es un increíble purificador de la sangre que hasta ahora ningún médico o curandero ha aplicado para el tratamiento del Sida.

Fue en 1972 cuando yo caí en cuenta que Regina estaba curando enfermedades venéreas, incluyendo la sífilis y gonorrea, con este simple remedio casero. Aunque se curaron muchos, por motivos obvios ningún beneficiario de este tratamiento se ofreció a rendir testimonio de su curación; todos se limitarón a dar las gracias a Regina en privado, para luego seguir vivendo su vida normalmente, sin censura del público o estigma alguno.

Pero tarde o temprano todo tiene su excepción, y una mañana recientemente llegó a nuestra oficina un señor de Boyacá, con un negativo análisis en su mano — para decirme: “vengo a dar mis agradecimientos a Regina por curarme de Sida . Su franqueza me tomó por sorpresa, y luego de escuchar su testimonio le pregunté si podía publicarlo. “Claro que sí”, me dijo, y firmó la siguiente autorización en la margen de la hoja con su análisis de sangre No. v-1569 que le entregaron en el Instituto Nacional de Salud.

El testimonio de Román Forero fue bien directo y rendido sin complejo alguno. Nacido el 16 de noviembre, 1964 de una familia agricultora quien labraba la tierra cerca de Tinjacá, Boyacá.

Actualmente casado, Román tiene tres hijos: un varón y dos niñas. El se contagió de Sida unos dos años antes de casarse. Con toda franqueza él explicó que esto fue hace cinco años durante su prestación del servicio militar — cuando aceptó tener acto sexual en Neiva con un tipo. Fue su última experiencia en esta clase de contacto, pero fue suficiente para contagiarse con la enfermedad.
Román se casó hace tres años con Luz Elena Manrique de Armenia, Quindío. Inmediatamente empezaron a tener hijos; ahora tiene tres: Wilder Andrés, Jeniffer, y Bridgette Diane. Ramón consiguió trabajo como operario de máquinas procesando madera en una fábrica en Bogotá, pero en junio 1989 se disgustó con el judío quien era su jefe y se retiró. Sufriendo fuertes dolores de cabeza fue a ver a los médicos en la clínica San Pedro Claver, donde se empeoró; este mismo viernes una úlcera se le reventó en su estómago. Luego, con exámenes adicionales los médicos establecieron que las arterias a su cabeza estaban bloqueadas, y además tenía un quiste debajo del Cerebelo. Con una delicada cirugía los médicos quitaron el quiste y le colocaron una válvula subcutánea para reemplazar la arteria bloqueada. Debido que fue imposible extirpar todas las raíces del quiste, la cirugía no solucionó todos sus problemas, y sus dolores de cabeza siguieron peor que nunca. Los médicos le formularon Epamín, y en diciembre de este mismo año la clínica resolvió hacer un R-HIV en su banco de sangre para diagnosticar si tenía Sida.

Según Román, el sacar este examen se convirtió en una comedia de errores, y le tocó repetirlo tres distintas veces, y cada vez se perdían los resultados. El lío se resolvió el 10 de enero de 1990 cuando Román subió al noveno piso en la clínica San Pedro Claver, donde la doctora llamó al octavo piso a pedir los resultados y con esto concretó que éstos eran positivos — que sí, Román estaba enfermo de Sida. Antes de salir ellos le entregaron un documento diciendo que Román Forero, de 25 años, estaba enfermo de Sida.
Uno puede imaginar cómo este Boyacense se sintió con su noticia condenatoria, y cuando él regresó a su casa, su señora Luz Elena le insistió que le confesara porqué estaba tan deprimido. Al desahogarse, los dos lloraron’ juntos. Luego él informó a su señora madre y a su herman o, Alveiro Guzmán.
Unos pocos días después Román resolvió tomar el curso de Regina Once y asistió con su señora madre y su hermano Alveiro Guzmán. Al entrar al centro de Regin a, ubicado en la calle 13 No. 68D-40 él se acercó a la escalera y esperó su bajada para confesar su problema. Recordando este momento, Regina nos cuenta que Román estaba bastante demacrado, terriblemente flaco y casi no podía caminar ni hablar. Inmediatamente Regina le aconsej ó el tratamiento de la caña brava — que se debe hacer por 90 días.
El martes siguiente, dos días después del curso, él se fue a la casa reginista en Madrid para ver si ellos allá podían indicar dónde podía encontrar la planta de caña brava. Silvestre y sumamente alta, la caña brava normalmente crece a las orillas de riachuelos y quebradas. El administ rador del centro reginista lo mandó a un caño donde logró encontrarla. Durante su tratamiento, que él condensé a 9 días, Román también consiguió los cogollos de caña brava gratis de una dueña de tienda en Bogotá, y luego fue a Madrid donde una señora cerca al ferrocarril de Madrid le vendió un bulto por $150 pesos.
Siguiendo las instrucciones de Regina, Román machacó los cogollos con una piedra, los metió en un paño y exprim ió el zumo. Luego, él tomó una cucharada de esto en ayunas. “Era terriblemente amargo”, Román confesó, pero, en su desesperación por ser curado, a veces tomó hasta dos y tres cucharadas a la vez. Después del tratamient o de nueve días, él se sintió un poquito mejor; y, después de una semana resolvió repetirle por cinco días más. El logró encontrar la materia prima para el segundo tratam iento en un sitio bien cerca de su casa, donde una señora que vendía cebolla cabezona le regaló.

“Mi señora y los tres hijos tomaron el mismo tratamient o junto conmigo”, Román dijo, y él al sentirse bastante bien se fue al Instituto Nacional de Salud para pedir otro examen. Uno puede imaginar su júbilo cuando esto resultó negativo. El 24 de febrero de 1990 el Instituto le quitó su papel con los resultados anteriores — entregándole uno nuevo diciendo que él de Sida no tenía nada.
..........."Danny Liska"
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Julián Andrés Fernández Espinel

Hola Amigos y compañeros Saurologos,Somos Lilia Espinel y Luis Hernan Fernandez, reginistas hace 15 años, llegamos desde niños a conocer de las maravillas de la energia humana y esta es la historia de un milagro que queremos compartir con ustedes,
Ojala y puedan publicar la historia de nuestro hijito Julian,

HISTORIA DE JULIAN ANDRES FERNANDEZ ESPINEL

Julian nacio el 24 de julio del 2.000, un niño precioso y que lleno de alegria mi hogar,Pasaron 9 meses y con mi esposo empezamos a notar que Julian no hacia ningun esfuerzo por empezar a levantarse, y para poderlo sentar nos tocaba llenarlo de cojines para que no se fuera de lado, entonces decidimos llevarlo al neurologo quien despues de analizar al bebe nos dijo que el niño tenia problemas cerebrales.Inmediatamente se le hicieron los examenes que nos certificaran exactamente que tenia, los especialistas al leer los resultados nos dieron la triste noticia que julian padecia de Paralisis Cerebral (tiene pèrdida del 55 % de la capacidad cerebral) causada al momento del parto, le preguntamos a la doctora que lo estaba atendiendo cuando podriamos verlo
caminar y nos respondio con la frialdad mas dura que hemos escuchado de persona alguna " señora, ese niño le caminara a los 12 años y eso por mucho con la ayuda de un baston", al ver semejante respuesta nos llenamos de valor y nos propusimos Rehabilitar al niño lo antes posible.Visitamos el centro Reginista en Bogotà y le comentamos a la maestra Alma el drama que estabamos viviendo, ella lo primero que nos pidio fue tomar la fotografia del aura para ver en que estado estaba la energia del niño y cual seria el mejor tratamiento, al tener los resultados iniciamos con una incansable rutina de imposicion de manos y masajes terapeuticos en puntos exactos del cuerpo de Julian, transcurrieron 23 meses de continuo amor, paciencia, disciplina y total entrega a la recuperacion del cuerpo de mi hijo, cuando llego el 03 de mayo de 2.003 y con toda la fe del mundo le hicimos la peticion a la santa Cruz por la salud de Julian, paso exactamente 1 mes y el 04 de Junio de 2.003 ¡ Julian se levanto del piso, recosto su espalda contra la pared y al verse de pie se impulso y dio su PRIMER PASO¡¡¡¡¡¡, apartir de ese dìa su estado de salud no ha tenido freno, cada dìa es mejor y todo Gracias a las enseñazas de nuestra maestra Regina 11, quien nos enseña que el verdadero milagro lo hacemos nosotros mismos y prueba de ello es que Julian en este momento tiene 7 años, esta en primero de primaria, corre, salta, juega, canta, cuenta chistes, monta bicicleta, y hace lo que cualquien niño de su edad puede hacer¡¡¡¡Les envio una foto de mi bebe, para que cuando lo vean, piensen que el es un testimonio verdadero de todo lo maravilloso que podemos con nuestra energia siempre y cuando esta lleve ingredientes como el amor, esfuerzo, disciplina y con las ganas vivas de siempre seguir adelante.

LILIA ROSALBA ESPINEL Y LUIS HERNAN FERNANDEZ

Juán José

Lunebú. Los saludos a todos esperando que se encuentren muy bien. Quiero agradecer por este espacio que nos permite compartir las asombrosas experiencias con nuestra maestra.Desde muy pequeña he tenido la fortuna de conocer las enseñanzas de la madre, y tengo que agradecerle por muchos favores que me ha concedido pero el mas maravilloso y especial de todos es mi hijo. Juan José nació de 32 semanas el 18 de junio del 2007, al nacer tuvo muchas complicaciones empezando porque nació con muy bajo peso 1618 grs, estuvo hopitalizado 18 días; fué un parto muy complicado pero todos estos detalles serán cosignados en un testimonio completo que voy a redactar para la madre, pues el hecho de que mi hijo este vivo se lo debo todo a ella.El 6 de julio pude llevarlo a mi casa, y desde ese día Juanjo toma agua de la copa que todas las noches pongo en la mesita , ultimamente le pongo a él su propia copa, claro con menos cantidad de agua, pero no se imaginan la satisfacción que le dá a él todas las mañanas al tomarse el agua, es deseperado por tomarla; gracias a esto juan josé goza de muchisima salud, el hiperitorisdismo congénito con el cual nació esta curado completamente y no volvió a enfermarse ni siquiera de una gripa.La imensidad de los poderes de la maestra es incalculable, al igual que su bondad, y su esfuerzo por ayudarnos a salir adelante, asi tambien es mi gratitud hacia ella y mi amor, que cada día al despertarme se reflejan en los ojos de mi hijo , pues gracias a ella puedo compartir con ese ser tan especial que llenó de felicidad mi vida y la de mi familia.

Tatiana Restrepo

Vilma Castillo

TESTIMONIO DEL ALGODÓN
31 de julio de 2008

La señora VILMA CASTILLO, de 58 años, reginista desde hace 23, casada, con tres hijos y residenciada en el municipio de Funza, departamento de Cundinamarca, Colombia, llamó muy entusiasmada a la sede de la Fundación en Bogotá, para dar un testimonio sobre el rito de limpieza y curación que la maestra Regina “11” realizó el domingo 27 de julio del año 2008.

Ella vino sola al rito debido a que su esposo don Gregorio Naranjo de 65 años, se encontraba muy enfermo y los médicos no habían podido diagnosticar la enfermedad que lo aquejaba.

Cuando salió del rito se dirigió a su hogar y encontrando a su esposo muy delicado, decidió colocarle en el ombligo el algodón que la maestra había entregado en éste.

La sorpresa fue muy grande cuando al día siguiente, lunes 28, don Gregorio se levantó, al sentirse muy bien.

Doña Vilma le hace llegar a la maestra su sincero agradecimiento por haberles dado la oportunidad de asistir a este rito.

Luz Marina Espinosa

TESTIMONIO

13 de junio de 2005

Me llamo LUZ MARINA ESPINOSA, tengo 45 años, natural de Funza, Cundinamarca, Colombia, pero actualmente vivo en los Estados Unidos más exactamente en el norte de Virginia:
5201 Harbor CRT. Drive
Alexandria VA 22315 - 3950
Tel: 17039211792
Tel: 5747357 en Colombia

Trabajo en un Jardín Infantil que poseo, cuidando ocho (8) niños. En las noches laboro en una tienda de militares.

Mi testimonio es acerca de mi curación, sucedida en el curso de principiantes realizado en Orlando, Florida. Esto sucedió en agosto 12 de 2001.

Este es el testimonio que le doy a mi maestra Regina “11” con todo mi amor.

Querida maestra Regina:

Permítame saludarla con mucha alegría y al mismo tiempo deseando que usted y sus familiares se encuentren rodados de salud, dinero y amor. Por medio de la presente me gustaría agradecerle y servir como testimonio de sus obras y enseñanzas.

Soy estudiante reginista desde el año 1986 de Bogotá – Colombia. En el año de 1999 mi familia y yo tomamos una decisión radical pero necesaria para nuestro futuro. decidimos rehacer nuestras vidas en Estados Unidos. Desde ese momento nos reubicamos en el estado de Virginia.

A mediados del año 2000, fui diagnosticada con Lupus Erythematosus. Esta enfermedad se caracteriza por una mancha mariposa en la cara, inflamación en todo el cuerpo, especialmente en las coyunturas. También ataca fuertemente el sistema inmunológico, lo cual lleva a complicaciones muy graves con los otros órganos en el cuerpo como los riñones y los pulmones. Los doctores me dieron un diagnóstico muy triste.

El primer paso de mi tratamiento fue el uso de esteroides para ver si esto remediaba la situación. Después me empezaron a hacer tratamientos con quimioterapia. Al final de estas dos fases mi cuerpo ya estaba agotado, rendido y cansado de tanto abuso.

A principios del año 2001, tuve la oportunidad de estar presente con usted en un curso de principiantes en Orlando, Florida. E inmediatamente empecé el tratamiento con el galileo. También continué recibiendo los cambios de energía por medio de los cursos.

En septiembre del 2001, viajé a Bogotá – Colombia, al centro reginista. allí me hicieron una serie de masajes, en el abdomen y de cuerpo entero. También me hicieron tres lavados rectales para limpiar mi organismo. Seguí tomando el galileo junto con el jarabe de zarzaparrilla. Después de esta primer fase mi cambio fue completo, de Colombia traje agua magnetizada y la estuve tomando durante todo un año.

En diciembre del 2003, regresé a Colombia a terminar mi tratamiento. Durante este tiempo uno de sus alumnos supervisó un tratamiento a base de ortiga, unas sesiones en la cámara hiperbárica y masajes corporales. Y también estuve presente en un curso especial dictado por usted.

En enero del 2005 estuve presente en un curso de avanzados, dictado por el maestro Rosur y la maestra Lerbé y en la tarde recibí el curso de principiantes dictado por usted. Allí recibí varios cambios de energía.

El día 22 de febrero del 2005, me tomaron pruebas de sangre para analizar el estado de mi enfermedad. En mayo 22 tuve la cita con mi reumatólogo y él me explicó que los resultados declaraban que la muestra de anticuerpos nucleares era negativa, en pocas palabras ya no sufría de Lupus.

Me gustaría darle las gracias nuevamente por haberme salvado la vida. A través de sus enseñanzas, sus fuertes campos de energía que no sólo están cultivados en lugares de la tierra, sino que también son formados por sus estudiantes y fieles seguidores que de una forma directa o indirecta fueron primordial en mi pronta recuperación. Le agradezco desde lo más profundo de mi corazón, y me enorgullezco en decir que soy una fiel creyente, estudiante e hija de reginista.

Luz Marina Espinosa Pachón

Jorge Tristán

TESTIMONIO DESDE HOUSTON, ESTADOS UNIDOS
15 de septiembre de 2008

Mi nombre es JORGE TRISTÁN, desde el año 1978 soy alumno de la maestra de saurología, Regina “11”, y quiero dar testimonio de lo ocurrido el pasado sábado 14 de septiembre del año 2008.

Desde tempranas horas del día 11 de septiembre recibimos el anuncio por parte de las autoridades de la ciudad de Houston, de la trayectoria hacia nuestra ciudad del huracán IKE. Comenzamos a tomar las precauciones pertinentes de recoger y adquirir entre otras cosas: agua, baterías, comida y linternas para utilizarlas en caso de emergencia.

El viernes en la mañana la orden de evacuación fue dada y procedimos a colocar por los alrededores de nuestras casas y en el lugar de trabajo (las oficinas en donde laboro se llaman WAYSIDE TRUCK PARTS), algodones con aceite magnetizado que fue preparado por la Maestra para casos de inundaciones. Luego de hacer esto coloqué la muñeca (efigie de la maestra) de porcelana, mirando hacia la entrada de la casa y procedimos a evacuar la ciudad de San Antonio, Texas.

Con mucho dolor vimos por televisión la magnitud del desastre natural que impactó nuestra ciudad; fue terrible la destrucción provocada por los vientos y la marea de 24 pies que entró y acabó con la ciudad de Galveston y sus alrededores.

Al día siguiente del huracán regresamos a la ciudad descubriendo en el camino toda clase de catástrofes. Árboles caídos, techos destrozados, casas devastadas y al llegar a nuestro barrio encontramos a muchos de los vecinos limpiando y arreglando todo en sus casas, las cuales la mayoría estaban sin techos y sin cercas. Mas… nuestro asombro fue total cuando observamos que nuestra residencia se hallaba intacta. Incrédulos procedimos a revisar todo, el techo, paredes y la cerca sin que una sola tabla estuviera fuera de su lugar. Lo único que realmente se cayó fue un pote de cerámica con una mata que se había quebrado.

Sé y doy fe que lo relatado se debe a la protección de la Maestra Regina ”11”, y el poder de los algodones que situamos por toda la casa.

Mi jefe el señor Pedro Batarse, también puede dar testimonio de que en su negocio nada pasó, no hubo pérdida alguna y todo lo encontramos tal como lo dejamos.

Al telefonear a los saurólogos de esta ciudad que también pusieron sus algodones, certificaron que ni a ellos ni a sus propiedades les ocurrió nada.

Agradezco a mi maestra Regina “11”, por todas sus enseñanzas, las cuales sigo aplicando y aplicaré hasta el final de este proceso terrenal.

Atentamente,

JORGE TRISTÁN
Leta – Houston y Panamá

Marco Lino Méndez

El día 25 de julio del año 2008, día en que la maestra Regina Betancourt de Liska programo un curso muy especial del cual lamente de no poder asistir en razón de la realización de una misa en honor de un familiar.
Terminado el evento nos dirigimos a casa; yo continuaba molesto por no haber podido ir al curso de avanzados con la maestra Regina.
Mientras mi hijo menor conducía, opte por jugar con la cámara del celular que mi hermano me había regalado la semana anterior y que no había podido usar, sacaba fotos a todo lo que me parecía fotografiable, pero seguía lamentándome por no haber asistido al curso, de un momento a otro resolví tomarle fotos a la muñeca que tengo puesta en la parte del panorámico del carro con la idea de hacerle contraste con los paisajes urbanos por los cuales estábamos pasando de camino a casa.

El día estaba por partes muy nublado como se puede ver en algunas de ellas, cruzamos el peaje rumbo al pueblo de Mosquera Cundinamarca, yo seguía jugando con la cámara haciendo contraste entre la muñeca de Regina 11 y el paisaje, de pronto en un lugar de la carretera el sol brillo de una manera muy especial de repente aparecieron unos círculos magentas como las luces de nuestros maestros, pensé que era el contraste entre el sol y el arco del lente de la cámara, continué tomando fotos, me pareció raro que estas luces magentas llegaran y se fueran, además el brillo del sol que como se constata en las fotos anteriores estaba muy escondido y opaco de un momento a otro se manifestara con esa magnitud tan fuerte como la que estaba registrando a través de la cámara, las luces llegaban y se iban. Suspendí las tomas y pensé que era producto de mi imaginación por no haber asistido al curso de mi maestra; pero también estaba maravillado con este suceso, estaba contento y a nadie de los que iban conmigo dije nada, pensé que no estaban preparados para ver este fenómeno además alguna excusa sacarían para desvalorar y ridiculizar lo que estaba sucediendo ante el lente de mi cámara volví nuevamente a poner el lente en la misma posición y allí estaban las luces que de un momento a otro se acercan a la muñeca se posan en ella como formando una chispa refulgente para luego irse definitivamente, seguí tomando fotos hasta la llegada del pueblo, pero ya no se volvieron presentar, durante los próximos días guarde silencio pensé en borrarlas, ya que consideraba que de pronto fuera un fenómeno normal o de pronto fuera mi mente calenturienta que se imaginaba cosas, pero recordé que un día unos amigos reginistas me pidieron el favor de tomarle unas fotos cuando la maestra se acercara y le pidieran el favor de tomarse las fotos con ellos para mandarlas a un familiar en los estados unidos, así fue pero cuando yo estaba enfocando la cámara y veía esos rostros a través de la lente también veía que mi maestra hacia unos ademanes como bajando desde mi corona hacia el suelo rayos imaginarios de luz yo me sentí atravesado por su mirada sonrisa y ademanes que entre risa y risa yo le decía; “madrecita, no haga eso” y ella seguía sonriendo terminamos las fotos; sin embargo todos comentamos de por que la maestra me estaba haciendo esos movimientos tan extraños, que cosa tan rara decían; eso es que ella vio algo. Yo como siempre de tanto respeto que le tengo quede pensando varios días después todo se olvido.
Para la semana siguiente al conducir mi vehiculo hacia mi casa siendo las 10:30 de la noche, de pronto en el carril de alta velocidad y en la parte mas oscura de la vía apareció estacionado un carro sin luces ni señales, al lado se encontraba un señor con una moto charlando con el del carro, y por la derecha me cerro el carril una buseta de servicio publico total ya no tenia escape y los frenos dieron lo que pudieron, lo mas increíble fue el salto que el conductor del vehículo estacionado allí dio para salvarse pues este se encontraba revisándole algo atrás justo donde recibió el golpe, dejando el carro de el averiado, y el mió totalmente acabado en la parte delantera. El de la moto también salio golpeado. No lo podíamos creer y ellos daban gracias a Dios y yo a mi maestra convinimos arreglar por las buenas aunque yo consideraba no tener que pagar nada por la imprudencia del señor por estar en esas condiciones allí parqueado sin luces, ni señales.
Resolví arreglar por las buenas, además por que vi en fracciones de segundo pasar toda mi vida y lo que aún me faltaba por vivir, vi en mi mente todo lo que pasaría y de lo que me había salvado, en ese preciso momento recordé a mi maestra y sus ademanes de la semana anterior con lo de las dichosas fotos, a la semana siguiente al choque me encontré con mis amigos y les comente lo sucedido y no lo podían creer, además por que ese día venían a mostrarle a la maestra las fotos que yo les había tomado y de cómo unos rayos de luz atravesaban las fotos inexplicablemente.

Ella les comento que eran las luces de los maestros que se habían manifestado allí, ahora quedo sorprendido que este fenómeno que se presento el día 25 de julio. Son dos de los fenómenos mas extraordinarios de los que quedan evidencias para los que tengan ojos vean y para los que tengan oídos escuchen, además aporto las fotos de los fenómenos anunciados y espero que no digan como siempre que se trata de algo de Regina 11, que es un montaje o que es producto de la casualidad, las fotos fueran tomadas en una vía de Colombia y no en la sede de Regina 11 y la cámara solo la tuvo en sus manos la maestra Regina hasta el día 16 de agosto aproximadamente cuando resolví presentarle las fotos a ver que opinaba, así como a algunos compañeros Letas.
Con este escrito no pretendo especular de ninguna manera sino; dejar constancia de que la maestra Regina 11 como nos lo ha prometido siempre estará protegiéndonos en todo momento y lugar para los que creemos en ella y los que no también.
Por mi parte siempre daré gracias por este encuentro en mi vida con mi maestra Regina 11, quien a lo largo de estos años siempre ha hecho los más maravillosos milagros de los que un ser humano pueda dar testimonio y de los cuales ya documente en ocasiones anteriores.

MARCO LINO MENDEZ
C. C. 19.440.255. ( Bogotá, Colombia ).
AGOSTO27 2008.